viernes, 27 de marzo de 2015

Mercado artesanal de Soumbédioune.


El mercado artesanal de Soumbédioune se encuentra en el barrio de la Medina de Dakar, pegado al océano Atlántico y es una característica diferenciadora de esta zona dentro de Dakar, ya que es uno de los mejores espacios de creación y exhibición de los artesanos locales






Hoy en día, alrededor de 2.000 artesanos permanecen activos en el mercado, trabajando y vendiendo en varias áreas, que incluyen artículos de cuero, cerámica, joyería, tejido, encuadernación, cestería ... El mercado sigue en activo,  pesar de la disminución en los últimos años. de los turistas y otros clientes locales, 

Agrupados por categoría ocupacional, los artesanos exhiben una amplia gama de obras escultóricas (estatuas, productos de madera ...). También hay muchas boutiques de artículos de cuero (bolsos, carteras, billeteras, material de escritorio ...) que tienen como base la piel de vaca, serpiente, cabra, cocodrilo, etc.

Además, hay tiendas de joyas, collares, pendientes de ébano, oro, plata ... El poblado artesanal también tiene artículos decorativos hechos de material recuperado, que simboliza el Senegal del día a día, incluyendo el "car-rapid" (mini-bus del transporte urbano en colores amarillo y azul), bicicletas, modernos instrumentos musicales como el tradicional Djembe, Tama, Kora, saxofón, guitarra ..










Mezquita del poblado artesanal de Soumbédioune.

Piel de serpiente de tres metros y pico de largo.






Mercado de pescado de Soumbédioune.

Justo al lado del mercado artesanal, en la playa cercana, casi todos los días antes de la puesta del sol se organiza un mercado de pescado, en el que las mujeres venden la pesca conseguida sus maridos y familiares, después de haber permanecido en el mar durante toda la jornada.

Los pescados se limpian a pie de playa antes de su venta al cliente, con medios de circunstancias, sobre una piedra, con un cuchillo oxidado y posteriormente entregados al cliente en bolsas de plástico que también venden otros lugareños para sacarse un dinero extra. El ayuntamiento dispuso unos puestos construidos en ladrillo, en la carretera cercana para que los comerciantes pudieran ofrecer sus productos en un lugar digno y mas higiénico, pero apenas se utilizan.

La calidad del pescado es generalmente buena, el precio módico, pudiéndose encontrar hasta merluzas de buen aspecto. 

Quizás para los sentidos del personal occidental no entrenado, pudiera tratarse de una experiencia poco grata, puede que incluso agresiva y desagradable. Estrecheces entre las barcas varadas en la playa, gritos en wolof de las vendedoras, multitud de personas buscándose la vida en un estrecho margen de playa, suciedad en el suelo de los restos de la limpieza de los pescados y los plásticos, barro y un olor penetrante a mezcla de todo ello. Pero hay que verlo y sentirlo.
















Algunas de la fotografías de este reportaje han sido compartidas gentilmente por Luisito

¡Gracias Luis!, excelentes fotos.







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